El sueño de los perritos que esperan en un albergue es tener por fin un hogar que los cuide y los proteja, sobre todo que los ame mucho, pero si la adopción no es lo que esperan, pueden añorar el último lugar en que se sintieron seguros. Este fue el caso de Shine, un perito de diez años que más tardó en ser rescatado por una familia que en volver a la perrera donde antes estaba.

El sorprendente caso que nos hace evaluar lo que realmente es un hogar ocurrió en la perrera Servigal ubicada en Coruña España con Shine, un perrito rescatado hace un mes y llevado al lugar para cuidarlo mientras esperaba su adopción con una familia que le pusiera un techo sobre su cabeza, comida en su plato y gran amor a su persona, pero alguno de estos puntos no se cumplió y el lomito decidió volver a su casa.

Los encargados de la perrera contaron que Shine fue adoptado el 27 de agosto por una familia que se llevó al lomito de 10 años, algo para celebrarse dado que las estadísticas en España señalan una preferencia clara por los cachorros de 2 a 6 meses de edad. Lo que pasó al día siguiente los sorprendió más al escuchar cómo unas uñas rascaban la puerta del lugar pidiendo que lo dejaran entrar.

Así fue como un perro decidió abandonar el lugar donde fue adoptado para regresar a la perrera

Los encargados de la perrera Servigal fueron nuevamente sorprendidos a pocas horas de la adopción de Shine al verlo regresar solito al refugio, aun con la correa puesta. Las cámaras de seguridad captaron la conmovedora escena que muestran al perro llegar moviendo la cola de felicidad y rascar la puerta hasta que los encargados lo dejaron entrar. Como si nunca se hubiera ido, se acomodó en su lugar y comió pacíficamente.

Créditos: Canvas

En una entrevista con la veterinaria del lugar, Noemi Seijo consideró asombroso el regreso del perro a lo que él consideraba su hogar. Se sintió feliz de saber que algo están haciendo bien. Al contactar a los responsables de la adopción, contaron que en un paseo el lomito había desaparecido; aun así, no alertaron a las autoridades correspondientes. En la llamada, la pareja exigió que le devolvieran al canino en un tono grosero.

En conocimiento de la situación y siguiendo los protocolos de la perrera, los encargados determinaron que Shine permanecerá en el lugar que considera su hogar mientras se revisa el tema de la adopción y se decide si anularla, a su vez avisaron a las autoridades correspondientes del sorprendente suceso.

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El insólito caso del perrito Shine que regresó a su perrera nos recuerda la responsabilidad que implica la adopción de un animal, no solo se trata de ponerle comida y darle un techo para vivir se trata de crear un espacio en que se sienta seguro y amado con una sensación que se encuentra en su hogar con una segunda oportunidad para ser feliz.