No es ningún secreto que el cambio climático afecta a nuestros alrededores. Los seres vivos sufren de las consecuencias derivadas de los cambios en la atmósfera, pues desbalancean el equilibrio natural. Las abejas, junto al importante proceso de polinización, sufren de este proceso climático.
¿Cómo afecta el cambio climático a las abejas?
Comparado al siglo anterior, el cambio climático avanza a un ritmo tres veces más rápido. El resultado es que muchas plantas y polinizadores, como las abejas, terminan sufriendo por los cambios atmosféricos. Algunas especies ante los cambios de temperaturas terminan migrando a zonas más frías. Por ejemplo, los abejorros del sur de su hábitat tradicional desaparecen y se reubican en zonas montañosas.
El principal motivo por el que los polinizadores son afectados por el cambio climático es por el desajuste fenológico. El aumento de temperatura provoca que algunas plantas florezcan antes de lo debido, pero los encargados del proceso de polinización siguen emergiendo en sus fechas habituales.
Por ejemplo, las abejas silvestres han adelantado su emergencia 10 días durante los últimos 130 años. Solamente en las últimas cinco décadas, han cuadriplicado su salida para polinizar. Este cambio termina rompiendo el balance que existe en los ecosistemas, pues la tarea que realizan las abejas es esencial para todos los seres vivos.
Consecuencias de una polinización sincronizada incorrectamente
Cuando la polinización no se da en el correcto tiempo y forma, termina provocando una baja producción de frutas, nueces y vegetales; se estima que existe una caída global del 3 al 5% en estos cultivos. Adicionalmente, existe una menor resiliencia en los ecosistemas y mayor susceptibilidad a incendios, sequías y contaminación.